“HOMENAJE A TATLIN” ARCADIO BLASCO

27.04 > 20.06.2023 |  Alicante

 

ARCADIO BLASCO
“Homenaje a Tatlin”

Aural Galería · Labradores 17, Alicante

 

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Actividad relacionada
Conversación Ana Pastor e Isidro Blasco  
Aural Galería · calle Labradores 17, Alicante

 

“Homenaje a Tatlin” del artista Arcadio Blasco forma parte de las actividades organizadas en distintas instituciones de la ciudad de Alicante y Mutxamel dentro del 10º Aniversario del fallecimiento del artista.

El punto central de la exposición gira en torno a una de sus series más significativas de Homenajes, en este caso dedicada al artista del Constructivismo ruso Vladimir Tatlin (1895-1956) y a su obra Monumento a la III Internacional. La exposición la componen un total de 13 piezas entre obras pictóricas, dibujos y esculturas cerámicas realizadas entre 2002 y 2008. La obra de Arcadio Blasco es una de las más personales del panorama artístico español siempre con un compromiso social muy marcado. Con el paso del tiempo tomaremos consciencia de su monumental obra y su poderosa singularidad artística. Pocas obras de esta serie se han mostrado públicamente de forma conjunta. Sin embargo, algunas obras pertenecientes a esta serie se encuentran en el Museo de Vilafamés que se mostró en el Centre del Carme de Valencia en 2014; en 2021, una de estas obras pasó a formar parte del Museo de Arte Contemporánea da Costa da Morte, O Porto de Corme en A Coruña, y en 2001 se pudieron ver algunas obras en la exposición que realizó en el Centro Cultural de Bancaja en Valencia.

Las obras de las series de Homenajes aluden a tres importantes presencias dentro de la trayectoria artística de Arcadi Blasco. Con Homenaje a Paolo Ucello recuerda a Italia y la gran influencia que supusieron en el artista los dos años que paso como pensionado en la Academia de España en Roma. Con Homenaje al Cubismo alude al lenguaje artístico vanguardista por antonomasia y con Homenaje a Tatlin rememora a Tatlin, sin duda otro referente tanto artístico como vital en la trayectoria del artista alicantino.

José Piqueras explica muy bien esta serie en su texto para el catálogo de la exposición celebrada en el Museo de la Universidad de Alicante (MUA) en 2008:

“Después de toda una vida sin dejar de trabajar, el suelo parece moverse bajo de sus pies y Arcadio necesita revisar y apuntalar sus referentes artísticos. Es cuando decide “hablar” con ellos a partir de pequeños detalles heterogéneos, convirtiéndose en una serie de “Homenajes”: a Mantegna, Piero della Francesca, Goya, Picasso, Tatlin …; también al renacimiento, al cubismo o al paisaje. La diversidad estilística y la gran variedad de elementos plásticos utilizados es uno de los rasgos de estas obras, que también integran diferentes técnicas (dibujo, grafito, tinta, acrílico, óleo, collage, cartones, tablas, cerámica…) en la superficie del cuadro.

Dentro de estos homenajes, la serie dedicada a Tatlin es la más completa y, seguramente, con la que se ha sentido más cómodo e identificado. Estos cuadros, dibujos, collages de técnicas mixtas (cerámica, acrílico, encáustica…) van desgranando sucesivas versiones del imponente y dinámico perfil ascendente del “Monumento a la III Internacional” (o más bien su maqueta) en un homenaje muy personal a su autor, el constructivista ruso Vladimir Tatlin”.

Homenaje a Tatlin expresa la admiración que el artista siente por el pintor, escultor y arquitecto ruso Vladimir Tatlin y su proyecto que fue presentado como maqueta o prototipo a comienzos de los años veinte para ser construido en Petrogrado como monumento y sede de la III Internacional coincidiendo con el aniversario de la revolución rusa. El monumento nunca se llegó a construir. La maqueta original desapareció. Tan sólo quedaron fotografías, además de las descripciones contemporáneas que permitieron reconstruirlo y que actualmente se exhibe una reconstrucción en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo, Suecia.

El proyecto original consistía de una armadura de hierro y acero rojo en espiral inclinada, superando en altura a la Torre Eiffel de París, a 400 m del suelo, conteniendo en su interior cuatro estructuras de vidrio con diferentes formas: un cubo, una pirámide, un cilindro y media esfera, todos ellos provistos de movimientos rotatorios que rotarían a distintas velocidades. Son elementos propios del Constructivismo como el triángulo, del cuadrado y del círculo, de gran interés compositivo para Arcadio Blasco que tan presentes están en sus obras, en las que utiliza distintos materiales, que conviven con el protagonismo de la cerámica y se combinan sobre una superficie de madera pintada de negro o cartón, y en las que el dibujo y el color adquieren un especial sentido.

En algún momento pueden verse una suerte de elementos en estas obras que nos pueden sugerir el cuerpo humano en una actitud de dar un paso adelante. Advierte Juan-Alberto Kurz de la Universidad de Valencia sobre la Torre Tatlin que bien podría sugerirnos la figura de un cuerpo humando donde la diagonal principal de esta obra puede considerarse como su columna vertebral, donde la figura parece ejercer un movimiento hacia delante, y las dos grandes bases curvadas que surgen de su columna vertebral asemejan las dos piernas cuando realizan el movimiento de caminar, que recuerdan la antigua tradición escultórica de la figura caminando, dando un paso adelante desde la antigüedad clásica con los Kuros o Kuroi, revivida por Rodin o por Umberto Boccioni, etc. Si interpretamos la inclinación de la torre, resulta lógico pensar que representa una zancada hacia delante.

La Torre Tatlin es una pieza de gran importancia en la historia del arte moderno, donde aparece como una de las obras más significativas del constructivismo ruso y destaca, no sólo por la nueva propuesta de síntesis entre arte y máquina, sino que también por la repercusión social y simbólica que tuvo, como un elemento icónico que abanderaba a los artistas de la época y que se ha mantenido vigente como icono vanguardista hasta el día de hoy. La Torre está siempre presente como una imagen cargada con un discurso político y artístico, apropiada por parte de los dadaístas como un ícono del anti arte y de la lucha contra la academia y los cánones tradicionales. El Monumento queda como un mito de un proyecto inconcluso que serviría de modelo para estimular las invenciones en la tarea de crear un mundo nuevo, manteniendo viva la utopía de un proyecto que sería capaz de unir arte, acero y cambio social.

 

PRENSA  Y MEDIOS

Diario Información  “Cuando Arcdio Blasco admiraba a Vladimir Tatlin” por Crsitina Martínez  27.04.2023 

LoBlanc  por Redacción 27.04.02023

IAC. Actiidades de los socios 26.04.2023

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